domingo, 16 de febrero de 2014

LA PLAZA DE SANTO DOMINGO, CENTRO HISTÓRICO, D.F.



Por P.Parra Fdez.

La Plaza de Santo Domingo, en el DF, es una de las más bellas de la ciudad del siglo XVIII y la que mejor que se ha conservado con el paso del tiempo, a pesar de los cambios que ha sufrido. Su nombre se debe a la iglesia y convento que son los protagonistas del lugar y que fueron de los frailes dominicos, dominicanos o predicadores.
La orden dominica fue la segunda en llegar al nuevo mundo. EI 23 de julio de 1526 arribaron a Veracruz los primeros dominicos. A su llegada a la capital, se hospedaron en el convento de los franciscanos. En 1527 los frailes de vestimenta negra con blanca decidieron construir su primer convento, ayudados por la donación de dos terrenos y la compra de otros cuatro que estaban en frente de lo que sería el Palacio de la Inquisición, en donde hoy está su templo. 
Algunos historiadores piensan que la plaza está ubicada sobre lo que fue parte de la casa o tecpan de Cuauhtémoc (o por lo menos, cerca), y que durante la repartición de la ciudad por los conquistadores españoles, este espacio quedó libre de construcción, tal y como lo encontraron los Dominicos.
Durante el periodo virreinal, la Plaza de Santo Domingo siempre estuvo ocupada por numerosos coches de alquiler y carretas que trasladaban las mercancías a la Real Aduana (que ahora alberga parte de las oficinas de la SEP). 
Durante el siglo XIX, en el Portal de los Evangelistas, éstos escribían las cartas y otros textos que la gente les pedía. Hay que recordar que la mayoría de los mexicanos no sabían leer ni escribir y por ende, los “evangelistas” fueron muy famosos y solicitados.
Entre 1885 y 1889 en la plaza funcionó el circo Hermanos Orrin. ¡Imagínense el trajín y el espectáculo!
 Ahora vemos a la iglesia de Santo Domingo con una plaza en frente, pero en realidad era su atrio original. La barda de dicho atrio tenía dos entradas mirando al sur con sus respectivas puertas de madera con frontones “rotos”. Arriba de éstas estaba el escudo de los dominicos. La hermosa barda atrial fue demolida en el siglo XIX y el atrio se convirtió en la Plaza 23 de Mayo.
 En 1861 se abrió la calle de Leandro Valle, entre el convento y la iglesia, apertura innecesaria. El inmueble desafortunadamente, se siguió deteriorando con la ex claustración de los frailes por las Leyes de Reforma. Alrededor de 1870 se hizo un plano para vender el enorme convento en lotes, se fraccionó y la mayoría de los claustros se volvieron vecindades. Con el paso del tiempo, la mayoría de las partes se volvieron casas habitación, edificios, etc. Con el terremoto del 85, el patio de los Generales se abandonó y estaba prácticamente en ruinas. Hoy alberga al Centro Cultural del México Contemporáneo.

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