LA CAPILLA DEL POCITO. BASÍLICA DE GUADALUPE. RECORRIDO ABRIL 2024

 

LA CAPILLA DEL POCITO, RECINTO DE LA

INSIGNE BASÍLICA DE GUADALPUE

¿LO SABÍAS...? ¡Hola queridas y queridos creadores de la Historia!

La CAPILLA DEL POCITO. Es una de las obras más importantes y magníficas del arquitecto novohispano o mexicano Francisco Antonio Guerrero y Torres, quien nació en la Villa de Guadalupe, justamente en donde hizo esta magna obra barroca, el 20 de diciembre de 1727 y falleció en el día de su cumpleaños (como María Félix, jeje) en 1792.

Esta pequeña iglesia es un relicario, pues resguarda un pozo de agua curativa, cuyo manantial fue señalado por la Virgen de Guadalupe, por ende, es una reliquia y está vinculado con una de las apariciones guadalupanas.

Esta bellísima capilla barroca se hizo entre 1777 y 1791, anteriormente ya había habido otra que fue mandada hacer por Luis Lasso, vicario o capellán de la capilla del Tepeyac.

Esta iglesia es única en su tipo, pues posee una planta oval o circular, que posee un vestíbulo con el pozo milagroso y cuatro capillas con pinturas del las apariciones de la Virgen, realizadas por nuestro pintor favorito del siglo XVIII, Miguel Cabrera. La gran cúpula por dentro tiene ornamentación de ángeles y símbolos marianos del Rosario. Las cúpulas en el ámbito religioso (cristianismo y musulmán) representan el cielo, el espacio sagrado divino y para los templos católicos, al rezar debajo de las cúpulas o domos la plegaria llega directamente a la Divinidad.

Como dato curioso en 1815, cuando el generalísimo, el siervo de la nación y héroe de la Independencia de México, José María Morelos y Pavón iba camino a ser fusilado en Ecatepec, rezó aquí unos momentos, ¿te imaginas?

Ahora que fuimos a la Basílica y explicamos lo más importante del área, quisimos compartirles un poquito.

¡Gracias! a los estudiantes de preparatoria Uriel Orozco Morales y Janneth Aro del Plantel Tlalpan 1 del IEMS por las magníficas fotos.

Gracias también al Director de Seguridad de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, quien nos estuvo acompañando durante el recorrido y nos compartió un poco de su vasta experiencia y conocimiento. ¡Gracias Mtro. R. A. P.!