martes, 10 de junio de 2014




PLAZA GUARDIOLA, EJEMPLO DE TRANSFORMACIÓN


Por P. Parra Fdez.

Desde que la calle de Madero se volvió peatonal, podemos disfrutarla ampliamente desde el Oriente hasta el Poniente, en donde desemboca al Eje Central o antigua calle de San Juan de Letrán, hoy Lázaro Cárdenas. En la esquina de la Torre Latinoamericana  y el Edificio Guardiola de estilo Art Decó, está una minúscula plaza que se llama así, Plaza Guardiola. 

Se sabe que a fines del siglo XVI  ya existían  algunas construcciones en el área que encuadra la plaza, entre otras, la de la familia del Comendador Leonel de Cervantes, junto a la actual Casa de de los Azulejos, y otra que hoy ocupa el Edificio Guardiola, que comenzó a edificar Francisco de Orozco, conquistador de Oaxaca, y que concluyó su hermano Juan de Villaseñor Orozco, uno de los fundadores de Valladolid (Morelia). Se señala que en frente a la puerta principal del Convento Grande de San Francisco, en las calles de San Juan de Letrán (Eje Central Lázaro Cárdenas) estaba la casa del conquistador Castañeda, que después pertenecería a Tristán de Arellano, pariente de la Marquesa del Valle. En algunas fuentes se menciona que la plaza  o plazoleta se llamaba de San Francisco. Empezó a llamarse Guardiola a fines del siglo XVII. Su nombre proviene de Juan Ildefonso de Padilla, segundo Marqués de Santa Fe de Guardiola, cuya casa estuvo donde ahora se localiza el actual “Edificio Guardiola” construido por el Arq. Carlos Obregón Santacilia y el Ing. Federico Ramos. El Banco de México es el actual propietario del Guardiola.

La plazuela fue lugar de acción en la época virreinal por la relevante actividad religiosa del convento de San Francisco, y por ser acceso obligado a la entonces Plaza Mayor, hoy “Zócalo” y al Palacio Virreinal. Por varios siglos la casa de los Marqueses de Santa Fe de Guardiola se mantuvo en pie y su plaza, a mediados del siglo XIX (imágen que anexamos aquí y donde está la casa de los marqueses a la izquierda), se había convertido en estacionamiento de los coches de alquiler, llamados “coches de providencia”, y de las sillas de posta para viajar por el país, cuya oficina de diligencias estaba en la calle de Independencia, en lo que fue parte del convento de San Francisco.

El 30 de septiembre de 1865, el Emperador Maximiliano inauguró en la plaza la estatua de José María Morelos, del escultor Carlos Piati, la que después fue trasladada a la Plaza de la Santa Veracruz y luego a la Colonia de la Bolsa, hoy Colonia Morelos, en 1924. La Casa de Guardiola fue comprada antes de 1865 por Manuel Escandón, quien la restauró sin modificarla. Su hermano Vicente encargó al Arq. Ramón Rodríguez Arrangoiti la transformara por completo en una residencia porfiriana en el XIX: la azotea fue adornada por cuatro figuras, dos leones y dos perros, lo que dio motivo a que se llamara popularmente la casa “de los perros”. La plaza fue transformada en un jardín estilo inglés que armonizaba con la belleza de la casa, en el que se colocó el bronce “Las burlas del amor”.
La hermosa casa de la familia Escandón estuvo en pie hasta que, como dijimos, fue derribada para hacer el Edificio Guardiola en el estilo moderno y vanguardista de la época de  los 20’s y 30’s del siglo XX y que actualmente podemos ver al caminar en esa esquina.

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